VALLENATO: ¿EVOLUCIÓN O REVOLUCIÓN?

Por: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

Desde el instante mismo en el cual se dio inicio al Festival de la Leyenda Vallenata (Abril de 1968), se estableció de manera oficial por parte de sus organizadores, que todo los conjuntos que hubiesen de concursar deberían hacerlo solo utilizando el formato de tres (3) integrantes y, por ende, del mismo número de instrumentos, a saber: 1)Acordeón de botones diatónico, 2) Caja con cuero de chivo y 3) La Guacharaca de lata, costumbre que aún supervive en este evento, a diferencia de otros, como el Festival “Francisco el Hombre”, que se lleva a cabo en Riohacha (Guajira) con un tipo de formatos más amplio.

Aunque la Guitarra ha sido y continua siendo un instrumento de vieja data en la música Vallenata, que le imprime sabor y armonía, no ha sido posible, dentro de esa ortodoxia que aún se maneja en la “Capital Mundial del Vallenato”, que este instrumento entre a tomar un puesto en cada Conjunto que entra a concursar, a excepción de los Grupos que acompañan en la Canción inédita.

Un ejemplo del “si se puede”, lo encontramos en la interpretación de este bello Paseo en el final del Concurso de la Canción Inédita, en el cual se permite el uso hasta de dos guitarras y Coristas.

CUANTO ME DUELE  – Paseo Vallenato

Cantautor: Octavio Daza Gámez y su Conjunto

Sin apartarse de las raíces que le imprimieron aquellos Juglares que paulatinamente le fueron dando forma, el Vallenato como un género

musical ya definido históricamente que abarca cuatro aires, con su debida instrumentación que comparten criterios de afinidad, tales como ritmo, armonía, instrumentación, características culturales o contextos sociales, constituye hoy por hoy, un Patrimonio de todos los colombianos.

El hecho de haber dado varios saltos en su devenir histórico, han permitido que el Vallenato, como género musical, haya alcanzado mayor dimensión, pues al incorporarle nuevos elementos, tanto en su forma como en su contenido, estos han contribuido en gran medida a su expansión, no solo en toda Colombia, sino también a nivel mundial.

Debemos tener claro que esa evolución partió de un proceso largo, a través del cual se fueron añadiendo elementos relacionados no solo con el canto y la composición, sino también con los instrumentos, lo cual vino a incidir en la puesta en marcha de nuevos formatos. De este modo no podemos desconocer la influencia de los músicos de la Sub-región Sabanera que de tiempo atrás venían utilizando instrumentos de viento (Saxo, trompeta, bombardino, etc.) y posteriormente el bajo eléctrico, incrementando el número de sus integrantes, nuevos instrumentos de percusión, como Tumbadoras  y Timbales e igualmente los Coristas. El ejemplo más contundente de ello fue la irrupción de quizás la Agrupación más popular que haya dado Colombia, tanto a nivel nacional como internacional:

FESTIVAL EN GUARARÉ  –  Canta: Alfredo Gutiérrez Vital

Interpretan: Los Corraleros de Majagual

En los grupos que a principios de la década de los años 60’ existían, como el de Alejandro Durán y Colacho Mendoza, se optó por ensayar el Bombardino, el cual sonaba raro para los seguidores del folclor Vallenato. Según testimonio de Colacho, el Maestro Rafael Escalona no fue partidario de este ensayo inicialmente, pero luego, como se dice popularmente, “le fue cogiendo el gustico”. Escuchemos un tema con el  primer Rey de Reyes Vallenato (1987):

DESPEDIDA (Paseo)  –  Autor: Luciano Gullo Fragoso

Interpreta: Colacho Mendoza y su Conjunto

Fue a principios de los años 70 del siglo anterior, cuando se produjo una innovación sistemática dentro de la música Vallenata, la cual se venía cuajando desde años anteriores: la irrupción de Agrupaciones como la de Los Hermanos López y Los Hermanos Zuleta, que dieron inicio a una nueva era, pues como producto de esa interacción con los músicos sabaneros, los aires Vallenatos ya no solo pasaron de ser ejecutados en parrandas o en fiestas familiares, sino que entraron a ser artistas de grandes conciertos populares, en escenarios amplios y en casetas.

Ese ejemplo de profesionalismo, fue seguido rápidamente por parte de muchos músicos, que vieron en ello, una forma más expedita para generar más y mejores ingresos. Las casas discográficas abrieron sus puertas a un género que era subestimado y tildado de corroncho.

Las Emisoras vieron en esta música un vehículo para atraer nuevos oyentes, al incluir en su programación los aires musicales que cada día cobraban más fuerza. Ciudades como Bogotá, Cali, Barranquilla, Cartagena, Medellín, Bucaramanga, etcétera, fueron sucumbiendo paulatinamente y en el exterior tomaron bastante fuerza.

Los Cantantes entraron en escena y se constituyeron en el motivo más importante para que cada Agrupación pudiese tener el éxito asegurado. Amén de Jorge Oñate y Poncho Zuleta, ya cotizados en muchos lugares, surgen voces y acordeonistas de excelente calidad, que atraen multitud de seguidores, como Rafael Orozco con Israel Romero, Diomedes Díaz con Colacho Mendoza, Juancho Rois, Cocha Molina y muchos más, Daniel Celedón e Ismael Rudas, Beto Zabaleta y Beto Villa, todos estos a la par con lo que ya venía haciendo de tiempo atrás el más grande músico ejecutante del Acordeón, el multifacético: Alfredo Gutiérrez.

MOSAICO EN VIVO  – EL BINOMIO DE ORO

Acordeón: Israel Romero            – Canta: Rafael Orozco

El Binomio vistió de elegancia el Vallenato y facilitó su entrada a muchos sitios anteriormente prohibidos. De allí en adelante, las puertas se fueron abriendo cada vez más y más en toda la geografía de Colombia y por todos los países latinos, comenzando por México. No obstante un suceso impactante tuvo ocurrencia antes de finalizar el siglo pasado: La aparición de Carlos Vives y su Grupo La Provincia.

Luego de su triunfal aparición en la serie de televisión denominada “ESCALONA”, Vives opta por lanzarse en el mundo de la música y para tal efecto se rodea de una serie de artistas, con el Rey Vallenato Egidio Cuadrado y luego de seleccionar un número específico de temas muy populares y conocidos en el ámbito Vallenato, graba un primer volumen titulado: “Clásicos de la Provincia”. Sin apartarse de las raíces que sustentan los sonidos tradicionales del Vallenato que ha sido calificado como Patrimonio Cultural e Inmaterial, Vives se dio a la tarea exitosa de producir algo que trajo muy buenos resultados.

Esos sonidos en los cuales se mezcla lo raizal con lo moderno, de tal manera que alcanzan a públicos de muchas latitudes, en donde una Gaita sanjacintera se une al toque de un Bajo electrónico o de una Batería, las cuales entre sí armonizan, trae como resultado que en nuevos escenarios se escuchen y sean aceptados como nunca antes había ocurrido. Aunque muchas personas han tratado de demeritar ese excelente trabajo, nadie puede desmentir sus resultados hasta el día de hoy.

LA CELOSA Y LA CAÑAGUATERA  (Paseos Vallenatos)

Autores: Sergio Moya Molina e Isaac Carrillo

Intérpretes: Carlos Vives y La Provincia

¿Qué opina el más destacado Acordeonista de Colombia y del Mundo, respecto al trabajo liderado por Carlos Vives?:

“Carlos Vives hizo en una semana más de lo que se ha alcanzado durante cincuenta y un Festivales Vallenatos”.  (Alfredo Gutiérrez)

Definitivamente este mago de las comunicaciones, relacionista, actor y cantante, que combina en sus actuaciones el Vallenato clásico con otros géneros musicales, pero en particular con una nueva tendencia o Escuela que él mismo ha bautizado como TROPI-POP, y a partir de ello ha hecho que músicos reconocidos, no propiamente de origen Caribe, se sientan motivados para hacer de sus obras, auténticas fusiones de Vallenato con otros géneros.

Vives presentó a quienes él mismo llama: “Los Hijos del Vallenato”

Este fenómeno musical es el producto de músicos “cachacos” nacidos no en el Caribe sino en lugares distantes de Colombia como Bogotá, Cali o Medellín, etcétera, que aunque sus tendencias fueran afines a los llamados géneros urbanos, pero que sentían simpatía hacía los aires ejecutados en Acordeón y específicamente aquellos conocidos como “Vallenatos”.

Vives fue claro y explícito: El Tropi-pop no es música Vallenata pero si toma elementos de la misma, lo cual ha permitido que en muchos lugares de Colombia y del Mundo en general, se produzcan simpatías que han servido para que muchas personas hayan decidido explorar dichas raíces y encontrar el origen de las mismas.

Así mismo se puede afirmar de nuevas tendencias, a las cuales no se les reconoce abiertamente como “Vallenatas”, como es el caso de la denominada “Nueva Ola”, la cual se expresa a través de formatos similares y una abundancia de giros en sus notas, que no tienen nada en común con los aires tradicionales, pero si toman elementos que son extraídos del folclor. Lo importante es que ese público que cada día degusta los diversos ritmos que entran en escena, ya entiende que no es lo mismo, el Vallenato clásico y tradicional, expresado en Sones, Paseos, Merengues y Puyas, con sonidos y canciones de orden costumbrista, parrandero, narrativo, lírico y hasta elemental, pero que se encuentran arraigados en sectores muy amplios que jamás lo han de abandonar.

No obstante es menester que se reconozcan esas nuevas expresiones como la “Nueva Ola”, que cada día suman gran número de seguidores que aunque no son parte del género Vallenato, si tienen elementos en común. Lo importante, tal como ya lo vienen haciendo músicos reconocidos, es que en cada una de sus presentaciones, diferencian ante sus seguidores, cuando es Vallenato y cuando no. Veamos un conocido Nuevaolero, Reguetonero pero Vallenato también:

REGALAME UNA NOCHE  –

Canta: Silvestre Dangond  –  Acordeon: Franco Arguelles

Indudablemente cada persona es un micro-universo y cada cual escoge lo suyo, lo cual es respetable. Existe una nueva generación que ha sido muy influenciada por los nuevos géneros, especialmente los llamados de “Música Urbana”, acogidos en gran medida por parte de amplios círculos juveniles, que degustan lo clásico pero de igual modo aprecian esas novedades.

A diferencia de los Juglares y amigos de lo clásico y tradicional del Vallenato, que se sienten a gusto compartiendo esa música de origen provinciano, la juventud se goza y extasía con luces multicolores y cámaras, equipos a alto volumen, vestimenta no convencional y los adornos de moda, las danzas que acompañan y esa parafernalia que a muchos disgusta. Es la pura realidad: los nuevos ídolos que hacen toda clase de mezclas. Corren parejo con todo, sin atenerse solo a lo previsto (folclor) sino a sus intereses económicos, porque al fin y al cabo viven de ello, es su profesión.

Si a todo lo anterior agregamos la alta tecnología utilizada hoy en día para difundir la enorme cantidad de producciones, sin el alto costo de años anteriores, es posible a través de la complejidad de las redes sociales, alcanzar a muchos seguidores. No debemos por lo tanto, el sentirnos extrañados por dichos fenómenos sociales. Cada cual en lo suyo, y que siga la fiesta. Ya no se requiere retribuir con la “Payola” a quienes hacían negocio con ello, para publicitar sus productos o dar a conocer sus canciones. “Que no cunda el pánico”, cada cual en lo suyo y acorde al momento que cada ser está viviendo.

Mientras tanto los seguidores del Vallenato único, ese que la Unesco le dio su reconocimiento, lo seguiremos disfrutando a plenitud, tal como lo hemos hecho desde nuestra juventud. Así, por ejemplo:

CERRO MURILLO (Paseo Vallenato)  –

Canta: Santander Durán Escalona      – Acordeón: Andrés Bolaño

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