Adiós al Rey Vallenato Omar Geles, polifacético acordeonero y cantautor

El mundo vallenato está de luto por la muerte del polifacético acordeonero y cantautor Omar Antonio Geles Suárez, quien con su talento, capacidad y creatividad supo sobresalir hasta coronarse como Rey Vallenato en el año 1989.

Él desde los cinco años aprendió a tocar el acordeón, siendo amor a primera vista, forjándose su destino al conjugar las notas con los versos, naciendo bellas canciones que hoy adornan el folclor vallenato, destacándose ‘Los caminos de la vida’ que le dedicó a la autora de sus días Hilda Suárez Castilla. Está obra tiene 34 versiones.

Omar Geles anduvo por distintos pueblos tocando su acordeón, y tan solo una vez quiso desfallecer, pero ahí estuvo su mamá para animarlo y que fuera grande para hacer felices a los amantes de la música vallenata.

En el año 1986 compuso su primera canción titulada ‘Te esperaré’ producto de un desamor cuando una joven del que estaba enamorado partió a estudiar a otro país. Esa canción la grabó al lado de Miguel Morales.

Después los más grandes cantantes vallenatos y de otros países, les grabaron sus canciones que se convirtieron en éxito porque narraban episodios pegados a su corazón. En total fueron 43 años de lucha musical desde que en el año 1981 participó en el Festival de la Leyenda Vallenata, en el concurso de acordeón infantil, ocupando el segundo puesto.

La despedida de la vida de Omar Geles ocupa los titulares de prensa, el vacío es grande para todos los que conocieron sus gestas musicales y actorales, pero las notas del acordeón y sus cantos siempre se estarán escuchando, recordando la materia prima de la música vallenata donde él sacó lo esencial para darle más vida, más amor y regarla por el mundo

El Rey Omar Geles

Desde el año 1981 Omar Antonio Geles Suárez, estuvo presente en el Festival de la Leyenda Vallenata cuando concursó en Acordeón Infantil. En esa ocasión ocupó el segundo puesto, siendo el ganador Miguel Avendaño. En 1985 se coronó Rey Aficionado y dos años después Rey de Reyes de esa misma categoría.

En el año 1989 se coronó como Rey Vallenato Profesional presentado las siguientes canciones. Paseo, ‘Qué dolor’ (Luis Enrique Martínez); Merengue, ‘Yo tengo una pena’ (Lorenzo Morales); Son, ‘El regreso’ (Romualdo Brito) y la Puya, ‘La fiesta de los pájaros’ (Sergio Moya Molina). En esta gesta festivalera a Omar Geles lo acompañaron el cajero Luis Carlos ‘Azabache’ Varela, y el guacharaquero Reinaldo ‘El Papi’ Díaz. Después, estuvo concursando en tres Rey de Reyes: 1997, segundo puesto, ganó Gonzalo ‘El Cocha’ Molina; 2007, 2017. En el 2022, no se inscribió.

Omar Antonio Geles Suárez, cuando se coronó Rey Vallenato en el año 1989 – Foto Fundación Festival de la Leyenda Vallenata

Desde todos los rincones del país y del mundo se han recibido condolencias por la pérdida irreparable de este querido Rey Vallenato, quien a nota limpia y cantos supo darle el mayor alimento a ese folclor pegado en su corazón.

Adiós Omar

El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata Rodolfo Molina Araújo, manifestó. “La tristeza sacude al folclor vallenato por la prematura muerte de Omar Geles, Él supo ganarse un espacio enorme en la música vallenata a la que amó y defendió. Nuevamente estamos de luto y presentamos nuestras condolencias a doña Hilda Suárez, sus hijos y toda la familia. Nunca se espera nada triste cuando al folclor vallenato lo acompaña la alegría”.

Omar Geles anduvo feliz por ‘Los caminos de la vida’

En el año 1986 Omar Geles compuso su primera canción siendo la causa principal un dolor muy grande en su corazón, producto de una traga maluca. Su ‘Mona linda’ se la habían enviado a estudiar a otro país.

Sabiendo que ella estaba lejos de Valledupar, lo máximo que pudo regalarle fue una canción que terminó siendo su primer éxito. Así fue el comienzo de una carrera musical que sumó un total de 43 años desde cuándo comenzó a competir en el Festival de la Leyenda Vallenata de 1981. Tenía 14 años.

La canción titulada ‘Te esperaré’, la grabó al lado del cantante Miguel Morales. Es aquella que dice. “Mi mona linda, pero yo te esperaré, aunque esperar me cueste, tú te lo mereces, yo te esperaré”.

El cantautor y Rey Vallenato del año 1989, era un hombre sencillo y siempre habló de donde venía y lo que alcanzó a base de dedicación. Con su naturalidad característica siempre compuso y cantó sus aventuras que tenían la esencia plasmada en la versatilidad de su musa.

En cierta ocasión Omar Geles contó detalles de su vida musical. “Nunca me preparé para superar los años de mi carrera. Todo ha sido debido a la pasión que tengo por la música vallenata. Eso es vital para vencer los obstáculos que han sido muchos, pero siempre he estado agarrado de la mano de Dios”.

Desde que compuso su primer tema no hubo año en que no pusiera a sonar al menos un éxito, teniendo la virtud de componer canciones para el cantante tradicional hasta llegar al más moderno. La mayoría de sus canciones se centraron en el amor llamando la atención por su manera de contar esas caricias, besos y abrazos cantados.

El listado de canciones es inmenso y con una variedad admirable, pero entre todas no lo pensó mucho hasta quedarse con ‘Los caminos de la vida’, la misma que ha sonado en los lugares menos pensados del mundo. Toda una proeza musical difícil de igualar.

Precisamente, hace tres años en medio de una conferencia televisiva el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la vida era de “tomar riesgos y enfrentar adversidades”, pidiendo enseguida que le dejaran escuchar ‘Los caminos de la vida’, la canción que Omar Geles le hiciera a su amada madre Hilda Suárez, viendo el esfuerzo que hacía para sacar adelante a su familia.

Omar Geles contó la historia del canto con agradable sabor a cielo. “Esa canción la compuse en el año 1992 al recordar las dificultades de la niñez donde ella era nuestra heroína. Esa mujer valiente, trabajadora y capaz que luchó para sacarnos adelante. Nunca pensé que la canción se metiera en el corazón de todos, pero sigue sonando y eso me llena el corazón de alegría y más sabiendo que es para mi vieja Hilda”.

Además señaló que la casa disquera Codiscos, no quería grabarla porque era muy directa, muy personal dedicada a su mamá. Lo cierto, es que por el poder del sentimiento con el paso del tiempo se convirtió en himno universal, donde una madre camina con sus hijos por el más bello paraíso de la vida, así se ensancharan las soledades del destino.

Al abordar a la querida vieja Hilda, para que contara sobre la canción que le dedicó su hijo, señaló. “Cuando la escuché lloré porque en pocos minutos Omar contó todo el trabajo que pasé para criar a mis hijos. Respecto a la ausencia del papá yo lo dejé porque él quería tener dos mujeres y así no era. Por eso luché para sacarlos adelante y hoy tengo unos hijos agradecidos. Puedo decir que hacer mi trabajo de madre sirvió para ganarme una bella canción que se escucha por todas partes”.

De esta manera ‘Los caminos de la vida’, grabada en 1993 por Los Diablitos, Omar Geles y Jesús Manuel Estrada, cuenta con 34 versiones, siendo una de las canciones vallenatas más escuchadas al lado de ‘La gota fría’ de la autoría del juglar Emiliano Zuleta Baquero.

El legado

En medio de los encuentros en distintos escenarios Omar Geles se confesó, declarando. “Quiero dejar un legado de enseñanza a los niños y jóvenes para que se inclinen por hacer música. Me gustaría que me recuerden más por la pasión que le tengo a la música vallenata, que por los éxitos y resultados obtenidos que también son muchos, siendo uno de ellos ser Rey Vallenato”.

A renglón seguido aseveró. “Le agradezco mucho a Dios por mi carrera porque no soy una persona que estudié poesía o leyó libros. Con lo poquito que aprendí en el colegio me inspiro para seguir haciendo canciones. El tiempo avanza y de pronto tengo sonidos más modernos. Sin embargo, nunca dejo de hacer cantos tradicionales y mezclarlas con ritmos más movidos que al final se trata de música para alegrar la vida”.

Omar Geles no solamente tocó el acordeón, como lo mandó Diomedes Díaz en aquella célebre presentación, sino que su inspiración subió al cielo bajando de inmediato a recorrer los famosos caminos de la vida donde ahora se encuentran todas las salidas.

En su trajinar por el folclor dejó sentado que la inspiración solamente requiere que le den trabajo para girar en el cerebro, y enseguida producir esos cantos que son ostias musicales o mejor un regalo a mamá que tiene el sello del amor hecho felicidad.

Muy bien lo narró en su famosa obra musical. “Por ella lucharé hasta que me muera, y por ella no me quiero morir. Tampoco que se me muera mi vieja, pero que va si el destino es así”.

En aquel famoso canto dejó la fiel constancia que hoy es una realidad. “Uno sabe que la vida de repente ha de acabarse, y uno espera que sea tarde que llegue la despedida”…

El mundo vallenato está de duelo porque murió el hombre que marcó el camino de su vida, regaló cuatro rosas, el mismo quien tuvo el amor más grande del planeta y hasta una hoja en blanco pensando en llenarla con el verso que se desplazara libremente por los pasillos del alma. Definitivamente, Omar Geles nunca pensó que lo iba a traicionar el corazón.

El Festival de la Leyenda Vallenata continúa su sonora marcha triunfal

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Todo sucedió un mediodía del mes de febrero de 1968 cuando varias personas se dieron cita en la casona de Hernando Molina Céspedes, ubicada en la Plaza Alfonso López de Valledupar, para darle forma a lo que más adelante se llamaría Festival de la Leyenda Vallenata, el cual sería el complemento de la fiesta patronal de Nuestra Señora del Rosario.

De esta manera Alfonso López Michelsen, Consuelo Araujonoguera, Rafael Escalona, y un grupo de amigos pusieron a marchar el 26 de abril de 1968 la fiesta que coronó como primer Rey Vallenato a Gilberto Alejandro Durán Díaz, quien provenía de las sabanas del municipio de El Paso, Cesar.

La historia siguió su curso y el Festival de la Leyenda Vallenata se levanta victorioso teniendo la particularidad de abrir corazones, multiplicar alegrías y tener en sus acordeoneros, compositores, verseadores, cajeros y guacharaqueros a unos genios que se dedican a llevar correos cantados, versos rápidos o ser simplemente periodistas musicales.

Ya lo dijo Roberto Calderón: “Pa’ que leer un periódico de ayer, si buenas nuevas nos trajo el sol de hoy”. Con la información plasmada en un acordeón, una caja, una guacharaca y la voz enamorada, el compositor Alonso Fernández Oñate, proclamó. “Soy vallenato de los verdaderos, de pura cepa y de corazón”.

Después de estar dándose una verdadera cátedra de vallenato auténtico pasó del 30 de abril al 4 de mayo, el 57° Festival de la Leyenda Vallenata, un soberano homenaje al cantante Iván Francisco Villazón Aponte, ese mismo que puso su voz al servicio de la música vallenata y dibujó desde su corazón el amor al folclor.

El acordeón comunicativo

No sé qué tiene el acordeón de comunicativo que cuando lo escuchamos se nos arruga el sentimiento”, dijo Gabriel García Márquez, para significar las bondades emocionales que produce un buen vallenato. El único Premio Nobel de Literatura, quien conoció y platicó con los juglares, le expresó al mundo que su libro ‘Cien años de soledad’ era un vallenato de 350 páginas.

Excelente manera para exaltar una música que nació en los corrales de distintos caseríos de la costa Caribe colombiana, interpretados con su acordeón por hombres campesinos curtidos por el sol y las labores propias de su entorno, cuyo descanso era divulgar los mensajes de la cotidianidad.

Así nació el vallenato, que con el correr de los años fue creciendo  hasta salir de esos pueblos dando a conocer sus canciones, teniendo la esencia misma de la boñiga, la tierra mojada, el tinto mañanero, un sentimiento puro, ese que nace del alma con agradable sabor a cielo.

Exactamente la poesía campesina hacía posible la diversificación de cuatro hermosos aires que tienen como particularidad distintas velocidades, partiendo de la lenta hasta llegar a la más veloz. De esta manera, lo manifestó el juglar Ovidio Granados. “Los aires vallenatos son cuatro bellos hijos con distintos caracteres: joviales, alegres y acelerados”.

La mejor forma de saberlo es cuando el acordeonero pone sus dedos a cabalgar en el teclado de su bendito instrumento, y salen las notas precisas haciendo posible escuchar paseos, merengues, sones y puyas.

Cantos que nunca mueren

Quién no tiene presente al primer “arquitecto – compositor” quien le prometió a su hija construirle una casa en el aire para que viviera bonito en las nubes con los angelitos; o cuando dos hombres curtidos por penas y alegrías, se trenzaron en un duelo de versos para decirse verdades hasta acabar la vaina.

En fin, son tantas las historias haciendo posible remitirse a un negro de ébano quien se dio el lujo de comunicarle al mundo que en un pedazo de acordeón tenía pegada su alma. Quizás, falte también traer el pensamiento del poeta ciego del vallenato, el cual en un verso hizo caminar a su adorada Matildelina, para que se efectuara aquel milagro y una porción de tierra sonriera.

Las historias de las canciones vallenatas tienen el encanto propio de las cosas que nacen benditas, y con el paso del tiempo se van expandiendo como el bostezo, de boca en boca.

Todo este recuento es preciso hacerlo, porque después de ser conocidos en la provincia, vino un acontecimiento que les cambió la vida a estos hombres que se dedicaban a producir música esencialmente para alegrar a los amigos y a las mujeres que le tocaban su corazón. Nació en Valledupar, el Festival de la Leyenda Vallenata, el mismo que se ha convertido en la matriz para otros eventos del mismo género.

Máxima fiesta de acordeones

Cuando el final se acercaba, Iván Villazón al bajar de la tarima ‘Colacho’ Mendoza del Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, estuvo lleno de la más grande emoción. “Había pensado en mí homenaje, pero sobrepasaron mis cálculos. Esto es lo más grande que ha pasado en mis 40 años de vida musical. Gracias a todos y seguiré adelante hasta que Dios me lo permita”.

Miles de historias se tejieron durante la 57 versión de este acontecimiento musical, cuyo epicentro fue la Capital Mundial del Vallenato, donde se sigue conservando y promoviendo el vallenato raizal, ese mismo que en el año 2015 fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.

El Festival de la Leyenda Vallenata continúa su sonora marcha triunfal, viendo al veterano acordeonero y compositor Julio Cesar Romo Mendoza, quien cuenta con 76 años, y al niño verseador Lucas Sebastián Vega Fernández, de 8 años, subirse en distintas tarimas para regalar su talento innato con esa alegría que contagia. De igual manera, observando las sonrisas de los nuevos Reyes y Reinas que reciben los aplausos por alcanzar sus sueños anhelados.


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Seleccionadas 70 canciones inéditas para el 57° Festival de la Leyenda Vallenata

De las 260 canciones inscritas para el 57° Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje a Iván Villazón, ‘La Voz Tenor del Vallenato’, fueron seleccionadas un total de 70 que corresponden a 42 paseos, 11 merengues, 9 sones y 8 puyas, cuya labor le correspondió al jurado integrado por el compositor Juan Pablo Marín Álvarez, Rey de la Canción Vallenata Inédita 2023; el compositor Luis Egurrola Hinojosa y el historiador e investigador musical vallenato, Celso Guerra Gutiérrez.

El Vicepresidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y coordinador del concurso de la Canción Vallenata Inédita, Efraín Quintero Molina, manifestó. “El jurado estuvo escuchando durante dos días el total de canciones inscritas, teniendo el acompañamiento de los veedores Lourdes Baute Céspedes y Alonso Sarmiento Araújo. Al final entregó el resultado haciendo énfasis en la calidad de la composición para que pueda perdurar con el paso del tiempo”.

Al respecto el compositor Juan Pablo Marín, sobre el trabajo cumplido en la selección de las canciones, expresó. “Hicimos el ejercicio escuchando canción por canción para emitir un concepto bien centrado. Se siguieron al pie de la letra los parámetros como son la armonía, la letra, la melodía y la rima que son determinantes. Resalto la inscripción de compositores extranjeros y del interior del país”.

De igual manera, destacó el buen nivel de las canciones para que este año el concurso de la Canción Vallenata Inédita, se vista de colores con muchas melodías, letras y armonías haciendo más grande esta fiesta del folclor.

Finalmente a los 70 compositores seleccionados se les comunica que tienen plazo hasta el lunes 22 de abril a las 5:00 de la tarde, para aportar la foto tamaño documento 3X4 y la fotocopia de la cédula de ciudadanía de máximo 8 acompañantes que van a interpretar la canción inédita.

Se adjunta el listado de las 70 canciones seleccionadas en los aires de paseo, merengue, son y puya.

“CHEMA” RAMOS EL DECIMO REY DEL FESTIVAL DE LA LEYENDA VALLENATA.

Autor: Enrique Ustáriz Barros

A la edad de 28 años cumplidos se coronó como rey del Festival de la Leyenda Vallenata, para esa época y por mucho tiempo ostentó el récord como el rey vallenato más joven de la historia del evento folclórico más importante de América Latina.

Quien iba a pensar que un niño de escasos 8 años y quien se inició tocando un pequeño acordeón de dos teclados que le regaló su amado padre le daría la alegría más grande que Urumita (Guajira) vivió en la década de los 70, fue precisamente cuando José María Ramos Rodríguez que con solo 28 años se coronó como el décimo rey de la leyenda vallenata en el año de 1977 y registrar la marca como el acordeonista más joven de la época en obtener el máximo galardón de la música vallenata, sus compañeros de formula fueron Abel Suarez en la guacharaca y Simón Herrera en la caja; quienes interpretaron en esa oportunidad las canciones “Ni tu ni yo” paseo de Armando Zabaleta, el merengue “El milagro” de Emiliano Zuleta Baquero, el son “Yo traigo un son” y la puya “El amigo” ambos temas de Joaquín Mora. El artista urumitero en esa oportunidad les ganó a los acordeonistas; Alberto Muegues, Rafael Salas, Miguel Ahumada y Juan Polo Valencia.

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