Biografía Artistica – Alvaro Orozco «El Cantor del Folclor»

A través de Estampas Vallenatas del Folclor, conozcamos la trayectoria del cantante y compositor Álvaro Rafael Orozco Orozco, reconocido en el medioartístico como «El Cantor del Folclor» nace el día 5 de diciembre del año 1955, enun pueblo llamado Piedras de Moler, ubicado a la orilla de la Ciénaga de Zapayán, en el departamento del Magdalena. Es el menor de sus hermanos, y ciego de nacimiento.

Su infancia y adolescencia transcurre en su pueblo natal y comienza a descubrir su talento musical entre los 5 y 7 años, a través de la percusión ya que, «cualquier objeto corría el peligro de acabar convertido en tambor», sobre todo cuando en las noches se reunía a cantar con sus amigos de infancia.

A la edad de 13 años aprendió a tocar guitarra y a los 17 años se trasladó a la ciudad de Barranquilla, buscando oportunidades para surgir en el ámbito musical, además de rehabilitarse como persona en situación de discapacidad visual.

En Barranquilla ingresó al instituto nacional para ciegos (INCI) donde se rehabilitó, validando luego la primaria en el colegio americano durante 2 años, posteriormente el bachillerato completo de la libre en jornada nocturna; y en el año 1987 inicia sus estudios de derecho en la Universidad del Atlántico, obteniendo el título de abogado. Con gran perseverancia, constancia y capacitación el maestro Álvaro Orozco alcanzó grandes metas a nivel profesional.

Así mismo continuó su preparación académica, realizó unos cursos para ingresar al escalafón del magisterio. Después de estar en el escalafón participó en un concurso para docente, y al pasar el concurso fue nombrado en el magisterio como docente de guitarra. A día de hoy; transcurridos 20 años, estoy pensionado por el magisterio nacional.

En su trayectoria musical, profesionalmente inicié en el 2001, cuando grabó el primer CD, y hasta la fecha van 11 producciones, que recopilan 95 canciones. Y en el momento se encuentra grabando los sencillos de mi próximo CD.

De sus más recientes canciones publicadas se encuentra Quejas de una, un son vallenato de su autoría y de su hermano Atilio Orozco y la tremolina una puya de Álvaro Orozco, que hacen parte del nuevo trabajo musical de Mi Casa Vallenata Vol. 5, así mismo presenta su canción Un año que se va y otro que viene, de su autoría e interpretada a dúo con Martin Vicente Rivera, invitando al público amante del vallenato a disfrutar de todas sus canciones en YouTube.

A través de Estampas Vallenatas Radio conozcamos la trayectoria del cantante y compositor Álvaro Rafael Orozco Orozco, reconocido en el medio artístico como «El Cantor del Folclor» nace el día 5 de diciembre del año 1955, en un pueblo llamado Piedras de Moler, ubicado a la orilla de la Ciénaga de Zapayán, en el departamento del Magdalena. Es el menor de sus hermanos, y ciego de nacimiento

Su infancia y adolescencia transcurre en su pueblo natal y comienza a descubrir su talento musical entre los 5 y 7 años, a través de la percusión ya que, «cualquier objeto corría el peligro de acabar convertido en tambor», sobre todo cuando en las noches se reunía a cantar con sus amigos de infancia.

A la edad de 13 años aprendió a tocar guitarra y a los 17 años se trasladó a la ciudad de Barranquilla, buscando oportunidades para surgir en el ámbito musical, además de rehabilitarse como persona en situación de discapacidad visual.

En Barranquilla ingresó al instituto nacional para ciegos (INCI) donde se rehabilitó, validando luego la primaria en el colegio americano durante 2 años, posteriormente el bachillerato completo de la libre en jornada nocturna; y en el año 1987 inicia sus estudios de derecho en la Universidad del Atlántico, obteniendo el título de abogado. Con gran perseverancia, constancia y capacitación el maestro Alvaro Orozco alcanzó grandes metas a nivel profesional.

Así mismo continuó su preparación académica, realizó unos cursos para ingresar al escalafón del magisterio. Después de estar en el escalafón participó en un concurso para docente, y al pasar el concurso fue nombrado en el magisterio como docente de guitarra. A día de hoy; transcurridos 20 años, estoy pensionado por el magisterio nacional.

En su trayectoria musical, profesionalmente inicié en el 2001, cuando grabó el primer CD, y hasta la fecha van 11 producciones, que recopilan 95 canciones. Y en el momento se encuentra grabando los sencillos de mi próximo CD.

De sus más recientes canciones publicadas se encuentra Jamás te Olvidaré, un son vallenato de su autoría y Mis tres amores de la autoría de su hermano Atilio Orozco, que hacen parte del nuevo trabajo musical de Mi Casa Vallenata Vol. 4, invitando al publico amante del vallenato a disfrutar de todas sus canciones en Youtube.

Biografía Artística Compositor Darío López Ecker

Darío López Ecker nació en Mahates, Bolívar, el 25 de enero de 1969. Es hijo de Reinaldo López y Doris Ecker, quienes se radicaron en la ciudad de Cartagena en 1978, donde Darío ha vivido por más de 42 años, ciudad en la que creció y formó su hogar junto a su esposa Carmen Vanegas.

En su faceta como compositor, Darío López se define como un amante profundo de la música y de todas las expresiones que encierra el folclor vallenato, destacando especialmente su riqueza literaria.

Desde los doce años comenzó a sentir una fuerte inclinación por el vallenato. Su primera composición nace en 1992, motivada por la muerte del inolvidable Rafael Orozco. Esta canción titulada “Mujer del Alma” permaneció guardada por muchos años. Posteriormente escribió algunas letras más sin darlas a conocer, hasta que, motivado por su agrupación Mundo Vallenato, de la cual es director, retoma con fuerza la musa de la composición.

Su segunda obra fue “El Letrón”, y la primera en ser grabada fue “Mujer del Alma”, interpretada por Jhonny Villalba. Luego vendrían canciones como “Cartagena Linda”, grabada por Jair Díaz; “Otro Querer”, en la voz de Rubén Darío Peña; “La Mujer de Mis Sueños”, interpretada por Atilio Valencia; y nuevamente “Cartagena Linda”, esta vez en la voz de Carlos Malo.

A finales de 2019, durante un viaje a España, Darío López continuó componiendo y de allí nacieron canciones como “Tributo a los Juglares” y “Ayúdame Señor”, ambas interpretadas al estilo de Rafael Orozco por el cantante Diego Luis Lara, además de “Tu Cumpleaños”, interpretada por Beto González.

En el año 2020 se consolida como compositor con importantes grabaciones como “La Finca” y “Mi Valle Querido”, esta última en homenaje a Valledupar y a su natal Mahates, ambas interpretadas por Edilson Brito. También se destacan “La Tractocamión”, “Mil Bendiciones” y “El Perro”, grabadas por Horacio “El Chacho” Mora; “Yo Soy el Rey”, dedicada al Rey Vallenato Manuel Vega, interpretada por Albeiro “El Coty” Avendaño; “Mi Aspirina”, por Chucho Hernández; “El Dueño Tuyo”, en la voz de Alejandro Manga; y “Hija” y “Mujer del Alma”, interpretadas por Gaby Luna.

Durante el 2021 amplía su repertorio con canciones como “Colombiano”, grabada por Chucho Hernández; “Arbolito de Navidad”, en la voz de Diego Luis Lara; y “Muchacho Bueno”, homenaje a un gran amigo, interpretada por Ricky Vega.

En 2022, en el marco del Carnaval, le graban “El Congo del Carnaval”, interpretada por Ricky Vega. Ese mismo año logra gran impacto en redes sociales con “Infarto de Amor” y “Cuidao con la Candela”, ambas interpretadas por Chucho Hernández. También se suman obras como “La Guapachosa” (Fredis Delgado), “Madre Querida” (Jadid Miranda), “Mis Sobrinos” (Fernando Sosa), “Hombre Provinciano” (Carlos & Guido Malo – El Dúo Sensacional), “La Otra Mitad de Mí” (Gaby Luna), “Mi Cantinita” (Horacio “El Chacho” Mora) y “Mi Salvador”, interpretada y ejecutada en acordeón por Leonardo Martínez. Cierra el año con “El Flojo”, canción alegre y jocosa grabada por Chucho Hernández.

En 2023 continúan naciendo nuevas obras como “Quiero Enamorarme” (Eufredo López), un homenaje al maestro Adolfo Pacheco grabado por El Dúo Sensacional, “Labios Rojos”, dedicada a las madres e interpretada por Alejandro Manga, y “Eres Tú”, un paseo romántico en la voz de Manuel Mañe Bustillo.

Su versatilidad queda demostrada con canciones de contenido social y político como “Señor Político”, interpretada por Rodolfo Carrasco, y en el aire del son vallenato con “Un Acordeón”, grabada por Octavio Daza Jr.

Para celebraciones especiales compone “Vamos a Celebrar”, interpretada por Carlos & Guido Malo, con más de 10.000 reproducciones en YouTube. Entre sus obras más recientes de 2023 figuran “Le Rayaron el Carro” (Chucho Hernández), “En Manos de una Partera” (Carmelo Capy Rey), “Arbolito de Navidad” versión parrandera (Jaime Muñoz), “Se la Canto” (Rubén Darío Peña), “Cartagena Linda” versión caribeña (El Dúo Sensacional) y “La Hamaca Morroana”.

En el plano académico, Darío López es Administrador Público, egresado de la Universidad ESAP, logro que combina con su pasión por la composición vallenata. En noviembre de 2023 recibió reconocimiento por producción musical en los Premios de la Música Colombiana, celebrados en Barranquilla.

El 2024 inicia con el lanzamiento de “Qué Pasaría”, interpretada por Alejandro Manga. En marzo participa en el proyecto Voces Femeninas del Folclor Internacional con la canción “No Vuelvo Más”, interpretada por Karito Domínguez. En junio presenta “Mi Viejo Querido”, dedicada a los padres, en estilo música popular, interpretada por Carlos Muñoz.

En agosto de 2024, Jey Zuleta graba “La Reina de Mi Reino”, logrando gran aceptación. Ese mismo mes, El Dúo Sensacional lanza “Dos Corazones” y “La Mamá de Uno”, con amplia receptividad en plataformas digitales. En septiembre se estrena “A Bailar Sabroso”, interpretada por José Madrid y su Banda Show.

Durante el cierre de 2024 se destacan canciones como “Las Canas” (Kikey Díaz), “La Chismosa” (Chucho Hernández), “Navidad y Carnaval” (Capy Rey), “Las Gaviotas” (Chucho Hernández), homenaje a su barrio en Cartagena, y “La Intensa”, interpretada por Carlos Narváez.

En 2025 continúa su prolífica producción con “Que No Se Acabe el Amor” y “Mi Virgen del Carmen”, ambas interpretadas por Kikey Díaz. Álvaro Lacera “El Diomedazo” le graba “El Más Grande”, homenaje a Diomedes Díaz. Blaidys Castillo interpreta “Prueba Superada”; Fredy Osuna y Los Hijos de Urabá graban “La Tóxica”; y Folclor Karibe interpreta “Mucha Vaina Buena”.

Uno de sus grandes sueños se cumple en 2025 cuando el maestro Marcos Díaz graba su canción “No Valoraste Mi Amor”, un paseo romántico que alcanza más de 177.000 reproducciones en YouTube.

También se lanzan “Arbolito de Navidad” (nueva versión) por Horacio “El Chacho” Mora, “Castillo de Ilusiones” por Kikey Díaz, y dentro del proyecto Voces Femeninas del Folclor Internacional Vol. 4, Yisell “La Voz Rosa” interpreta “Todo Me Toca a Mí”.

Finalizando el 2025 se presenta “La Farandulera”, interpretada por Jader Durán y Los del Sabor.

Este ha sido el recorrido artístico del compositor Darío López Ecker, un creador incansable que, con disciplina, amor y respeto por el folclor vallenato, continúa dejando huella en la música colombiana.

A continuación compartimos con ustedes sus obras musicales plasmadas a través de estos hermosos videos:

Adalberto Llinás: cuando la ciencia y el vallenato dialogan con el alma

El doctor Adalberto Llinás, médico y polímata, ha logrado armonizar de manera admirable el rigor de la ciencia con la sensibilidad del arte. Hablar de Llinás es referirse a un hombre que supo unir dos universos que muchos consideran distantes: la disciplina de la medicina y la magia imperecedera del vallenato. Médico de profesión, pero artista de corazón, su trayectoria vital ha estado guiada por una pasión profunda y constante por la cultura, el arte y las tradiciones del Caribe colombiano.

Nacido en Sabanalarga, llegó desde muy temprana edad a Barranquilla, ciudad donde se formó académicamente en el Colegio Americano y posteriormente como profesional en la Universidad del Norte. Fue en ese entorno caribeño, rico en sonidos y expresiones populares, donde descubrió en el vallenato mucho más que un género musical: encontró un lenguaje de identidad, memoria colectiva y resistencia cultural.

Esa vocación lo llevó a convertirse en compositor, entregándole al folclor vallenato un legado de obras que han trascendido en la voz y el talento de reconocidos intérpretes como Los Hermanos Lora, David Henríquez, José Martelo, El Sinsonte de Cuba, Checho Bula y la Chequeré Orquesta. Cada interpretación confirma que su inspiración logra tocar fibras profundas del sentir popular, conectando emociones, recuerdos y vivencias.

Su recorrido por los escenarios vallenatos ha estado marcado por importantes logros y reconocimientos. La participación en certámenes como el Festival del Cóndor Legendario, donde fue finalista en dos ocasiones, y el Festival Vallenato de Sabanalarga, ratifica su talento creativo y su capacidad para conquistar públicos exigentes con letras cargadas de sentimiento, autenticidad y verdad.

En el año 2025, la región le rindió un merecido homenaje en el Festival de los Corregimientos, exaltando no solo al compositor, sino también al gestor cultural comprometido con la promoción, preservación y difusión del vallenato. Más que un reconocimiento, fue el abrazo sincero de una comunidad que valora su aporte a la identidad cultural del Caribe.

La obra musical de Adalberto Llinás es un viaje sonoro que evoca paisajes, nostalgias y alegrías. Sus letras, profundamente poéticas, reflejan el espíritu de un Caribe vibrante, donde la medicina sana el cuerpo y la música cura el alma.

Por ello, cada vez que una de sus canciones cobra vida en la voz de un intérprete, no solo se escucha un vallenato: se percibe la esencia de un hombre que ha dedicado su vida a cuidar, inspirar y enaltecer la existencia humana.

Adalberto Llinás es, sin duda, un símbolo de cómo la ciencia y el arte pueden caminar de la mano, demostrando que el vallenato no es solo música, sino historia viva, raíz profunda y corazón del pueblo.

Voces femeninas del folclor: el relámpago que abrió el cielo del vallenato

«Lucha por las cosas que te importan, pero hazlo de una manera que lleve a otros a unirse a ti»: Ruth Bader Ginsburg (abogada y jurista estadounidense)

Hay nacimientos tan silenciosos que parecen un susurro, y, sin embargo, cambian la historia. Hay cantos que no esperan aplauso, pero abren caminos. Y hay mujeres que, aun sin escenario, ya traen dentro de sí un pedazo de eternidad. Así comenzó esta historia: como un relámpago tibio, como una grieta luminosa en el cielo sonoro del vallenato, un género que durante décadas se narró con voces masculinas, dejando a la mujer al borde del relato: musa, susurro, rumor, sombra. Pero ninguna sombra es suficiente para apagar a quien nació destinada a cantar.

El vallenato, esa música que es memoria, viento y herida, tenía una deuda profunda. Las mujeres componían en silencio, tocaban en patios sin testigos, cantaban en amaneceres que nadie grabó. Sin embargo, la vida tiene un modo misterioso de honrar a quien insiste, y esa insistencia tomó forma el día en que la compositora arubeña Glenda Zavala Maduro decidió que ya era hora de romper el cerco, que las mujeres tenían canto de historia y un derecho legítimo a ocupar el lugar que siempre les perteneció.

Glenda, presidenta del proyecto, comprendió que ningún folclor puede llamarse completo si margina la mitad de su alma, y por ello fundó un hogar musical para las mujeres: un espacio donde cantar no fuera un permiso, sino una declaración de existencia. A su lado, y haciendo latir esta visión con una fuerza inquebrantable, apareció la licenciada venezolana y mujer de micrófono Belinda Olano, vicepresidenta del proyecto y directora de Estampas Vallenatas, una voz firme y amorosa que convirtió la difusión del folclor en un acto de militancia cultural. Desde su emisora, desde su página, desde su pasión por Colombia, la música y la identidad, Belinda se volvió puente, altavoz y raíz. Una guardiana del proyecto, una luz que lo mantiene vivo, vibrante y creciente.

Pero este sueño no germinó solo en voces femeninas. Hubo también un grupo de hombres, compositores sensibles, respetuosos y convencidos que ofrecieron sus obras como un acto de fe en la igualdad y en la belleza compartida. Hombres que entendieron que apoyar a la mujer no quiebra la tradición: la fortalece. Entre ellos brillan Manlio Enrique Añez, Álvaro Pérez Vergara, Julio Díaz Torrejano, José Abuabara, Darío López Ecker, Eustorgio García, Charly Rodríguez, Raúl “El Peke” Torres, Miguel Márquez Paternina, Leonardo Díaz, Alex Medellín, Alberto Sánchez Plaza, Nicolás “Colacho” Araújo, José Mercado Porras, Eduardo Méndez, Héctor Romero Bayuelo, Guadis Carrasco, Víctor Teherán, Leonel Barreto y otros que apostaron por un sueño que no pertenece a un género, sino al folclor entero.

Junto a ellos, los acordeonistas guardianes del tiempo y del alma vallenata dieron vida al pulso esencial de cada canción con una entrega impecable y mucho profesionalismo. En las grabaciones del proyecto han dejado su huella. Marcos Jiménez, Jader Aldana, Dairo Meriño y Yovany Ortega, sumándose al trabajo de producción en Estudios Helber Pinedo en Montería, Córdoba, MG Studios–Guadis Carrasco Productions en Sincelejo, Sucre. Y LP producciones de Raúl «El Peke» Torres, Valledupar, Cesar. Cada uno sopló en el fuelle con respeto y devoción, honrando el instrumento que une al vallenato con la historia.

Y aunque este proyecto tiene muchas raíces, su verdadero corazón lo tejen las voces femeninas que ya no cantan desde el patio sino desde la historia. Son ellas: Karito Domínguez, Michelle Comas, Ángela Orozco, Érika Berrío, Miriam Negrete, Monita Castro, Estrella Cantillo, Malbi Blanco, Marta Solano, Mirley Rodríguez, Jacque Romero, Linnett Acebey, Gisseth Molinares, Adaléxis García, Aury de la Cruz, Patricia Merlano, Bau Gutiérrez, Yissell “La Voz Rosa”, Naima Luz Cotes y Nataliana Vargas. Cada una aporta un matiz, una raíz distinta, una emoción nueva al árbol madre del folclor.

Cuando una mujer canta vallenato con seriedad y respeto por el arte, algo en el universo se acomoda. Se endereza una verdad antigua, se alivia una memoria cansada, se rescata una raíz que parecía dormida. Su voz no solo interpreta: funda. Su acordeón no solo suena: convoca. Y sus composiciones no solo cuentan una historia: la reescribe desde adentro. Voces Femeninas del Folclor no es, entonces, un proyecto musical. Es un gesto de justicia. Es una reparación espiritual. Es un acto de memoria y también de futuro. Lo que empezó como una chispa para darle figuración a la mujer en el canto y la composición vallenata, hoy es una realidad innegable: una fundación internacional con cuatro trabajos discográficos, nacidos del sacrificio, la terquedad luminosa y el amor profundo por el folclor.

Este movimiento no se detiene porque no pertenece a una persona, sino a un legado; porque no depende del favor de nadie, sino del derecho de todas; porque mientras exista una mujer con un verso atorado en el pecho, el vallenato tendrá un camino por abrir. Y de esta manera, Voces Femeninas del Folclor se alza hoy como un faro, un relámpago que sigue abriendo el cielo, una constelación que crece con cada acorde, con cada garganta, con cada mujer que decide cantar su verdad. El vallenato ya no puede contarse sin ellas, ni debe, ni quiere. Porque el futuro del folclor, ese que late entre el río, el viento y la tierra caliente del Caribe colombiano también tiene voz de mujer. Una voz que ya no pide espacio: lo ocupa. Una voz que ya no espera permiso: funda destino. Una voz que no solo canta: transforma. Y en ese canto, finalmente, el vallenato recupera su alma completa. Porque el día en que la mujer abrió el cielo del vallenato, el folclor entendió que su destino también podía iluminarse. Que la tradición no se quiebra cuando la mujer entra: se perfecciona. Que la música no pierde pureza cuando una voz femenina la nombra: por el contrario, gana verdad.

Y mientras exista una mujer dispuesta a cantar su propio universo, el vallenato seguirá ascendiendo como un astro nuevo, eterno y rebelde.

Ramiro Elías Álvarez Mercado

Iván Celín Viloria, un guardián del canto vallenato tradicional

Desde la tierra de grandes juglares, La Paz, Cesar, emerge la voz íntima y sensible de Iván Celín Viloria, un compositor que ha hecho del sentimiento su brújula creativa. Su historia en el folclor vallenato comenzó en 2015, cuando el amor por Sandra Daza Martínez encendió en él la necesidad de escribir versos que trascendieran la palabra hablada. Así nacieron sus primeras canciones, marcando el inicio de un camino musical guiado por la emoción y la poesía.

Ivan Celín reconoce en los grandes maestros del vallenato romántico y lírico sus principales influencias, especialmente aquellos cuyo legado se conoce como la Tradición Musical de Patillal. De ese linaje heredó la importancia de la melodía bien trazada, la rima precisa y la narración profunda, elementos que hoy distinguen cada una de sus obras.

Aunque asegura que escoger una sola canción es casi imposible, destaca el paseo “Lo Que Vale Un Sentimiento”, interpretado por Luis Fernando Mercado Daza y producido por Harold Santana, como una de las piezas que mejor reflejan su esencia. Su obra ha sido interpretada por artistas como Luis Ochoa Maestre, Jimmy Murgas Guerra, Canario Pacheco, Freddy Peralta Maestre, Mayo Castro y, más recientemente, Gilberto Mejía Suárez.

El estilo de Iván Celín se mueve entre el amor, el desamor y las vivencias cotidianas, siempre con profundo respeto por la mujer, la amistad y el entorno. Para él, cada canción es una historia que nace primero desde la melodía —su faro creativo— y luego toma forma en versos que evocan su tierra aun cuando esté lejos de ella. “Con solo cerrar los ojos, puedo sentir su magia y así llega la inspiración”, afirma.

Actualmente, el compositor trabaja en su undécimo álbum, que llevará por nombre “Un Canto a la Vida”. Esta producción se abre con un paseo alegre y festivo, pensado para convertirse en un canto de cumpleaños universal, dedicado a celebrar la existencia con vallenato del alma.

Su mayor sueño es que sus versos sigan llegando a la gente de la provincia y a nuevos públicos más allá de sus fronteras, transmitiendo el sentir que los inspira. Y su mensaje para quienes escuchan su obra es claro y profundo: que disfruten, atesoren y compartan las emociones que sus canciones despierten. “La mayor satisfacción de un compositor es ver la reacción emocional del público”, expresa con gratitud.

Fiel defensor del vallenato tradicional, Iván Celín Viloria continúa escribiendo con el corazón en la mano y el folclor en la memoria, entregando a cada oyente un pedazo de su alma hecha melodía.

Les compartimos el canal de Youtube donde pueden encontrar sus obras musicales: