Adolfo Pacheco, enamoró a Mercedes cantándole ‘El Mochuelo’

Adolfo Pacheco, enamoró a Mercedes cantándole ‘El mochuelo’

-Hace dos años se despidió de la vida el célebre compositor que se las ingenió para plasmar sus vivencias en cantos-

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Una mañana de hace nueve años el compositor Adolfo Rafael Pacheco Anillo estuvo visitando a Barrancabermeja, Santander, donde se sentó a tomarse un tinto a orillas del caudaloso río Magdalena, comprobándose que era un narrador auténtico porque ponía sus palabras al lado del corazón. La charla con el periodista fue extensa incluyendo canciones inolvidables, caso de ‘El mochuelo’.

Él compositor de San Jacinto, Bolívar, de la alegría pasó a la melancolía porque la mujer en la que descargó sus sentimientos no le correspondió a pesar de sus detalles, cerrando con el dolor del alma esa puerta que nunca más se abrió.

De esta manera, volvió con su pensamiento a tomar en sus manos el famoso mochuelo que ‘Joche’ le regaló para su novia querida. “En enero ‘Joche’ se cogió, un mochuelo en las montañas de María, y me lo regaló, no más, para la novia mía”.

El juglar comenzó así el relato. “La historia sucedió en una de las tardes del mes de enero del año 1962 donde ‘Joche’, cuyo nombre era José Elías Anillo, gran amigo y paisano, a quien le había encargado un mochuelo. Él optó por regalármelo porque no me lo quiso vender. Yo tenía pensado dárselo a Mercedes Arrieta Leones, quien era mi novia y compañera de trabajo en aquel momento”.

En ese párrafo resumió el secreto de ‘El mochuelo’ canción que grabaron 21 años después Otto Serge y Rafael Ricardo. Él continuó diciendo con su voz pausada que esa obra tuvo el más alto vuelo en la música vallenata y todavía se seguía escuchando.

Enseguida con toda la serenidad expresó. “José Elías Anillo, a quien también le decían ‘Joche pulga’, tenía fama de buen cazador de toda clase de animales en esa amplia zona de los Montes de María. Después fue un excelente sastre. Él se convirtió en uno de los protagonista de la canción donde narro que el mochuelo se lo regalé a mi novia a quien le gustaban los pajaritos”.

Estando en el éxtasis de la emoción sublime esa que provoca regresar el tiempo tocado por las añoranzas, contó mayores detalles de esa obra que engalana el cancionero vallenato. “Ese mismo año grabé la canción con el acordeonero Humberto Montes, pero poco se escuchó. Años después el acordeonero Rafael Ricardo, me la solicitó haciéndola éxito al lado del cantante Otto Serge. Claro, que la canción tuvo otras versiones”.

Nueva estrofa

Después de contar sobre la receptividad inmediata que tuvo la canción, recordó un detalle poco conocido. “En un momento Rafael Ricardo me comentó que la canción estaba corta y requería de otra estrofa. Con gusto la alargue y le hice una nueva”. Sin pausa la cantó. “Tu cantar, tu lírica canción, es nostálgica como la mía, porque mochuelo soy también de mi negra querida”. De esta manera la canción quedó con una duración de cuatro minutos y 56 segundos.

Siguió contando y señaló. “Supe que la canción al comienzo no tenía mucha acogida en la casa disquera porque dizque era fea, pero Rafael Ricardo se la jugó y ganó. Bien lo dice el dicho que el que sabe, sabe, así esté en el oscuro”. Soltó una larga carcajada de hombre veterano de mil luchas en el pentagrama del folclor, donde verso a verso pintó muchos cantos sin pincel y sin paleta, buscando como el poeta la armonía en el color.

Entrando en el plano de las comparaciones, la inspiración lo llevó a ver al mochuelo metido en una jaula y él también preso por el amor de aquella mujer. En ese preciso momento el sentimiento fluctuó en esos corredores invisibles donde el alma palpitaba con mayor razón. “Él perdió su libertad para darnos alegría, lo que pa’ su vida es mal, bien es pa’ la novia mía”.

Me dijo Mercedes…

Los años irremediablemente pasaron a lista quedando solamente los recuerdos intactos, y además cantados donde se reseña que en enero ‘Joche’ se cogió un mochuelo en las montañas de María, y al regalarlo llegó directamente a las manos de Ana Dolores Arrieta o Mercedes Arrieta, quien nunca quiso dar el paso para estar al lado de su pretendiente.

De esa manera surgió la famosa canción ‘Mercedes’ grabada en el año 1980 por Daniel Celedón e Ismael Rudas ‘El Doble Poder’, donde el compositor le insistió a la dama de formación cristina, pura y respetuosa que podía tener la vida asegurada. Ella, le rechazó el viaje a Cartagena, y por ende le cerró su corazón con el argumento de ser casado, pertenecer a su mujer y a sus hijos.

Ante esta negativa Adolfo Pacheco no tuvo otra opción que cantarle lo siguiente a su compañera, con quien era docente en el Instituto Rodríguez de San Jacinto, Bolívar. “Ayer dijiste te quiero, hoy me pides que te olvide. Después que matas al tigre le sales huyendo al cuero”. Mercedes también fue protagonista de la canción ‘Sin compromiso’ que cerró ese capítulo de su vida.

El compositor, el poeta, el abogado, el excelso narrador y el profesor, contó que después no supo más de Mercedes, y solamente quedó la evidencia de esa historia escrita en el tablero de la vida que no tuvo la tiza necesaria para resaltar la palabra Amor.

Al final el compositor entró a la faceta de buen pensador haciendo una rápida reflexión, manifestando que el romanticismo estaba quedando en el olvido, especialmente entre la nueva generación. “La poesía y los detalles poco cuentan porque la rapidez en cosas del amor no lo permiten. Ahora, se llega a la meta casi enseguida y sin esforzarse mucho”.

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Esa es la verdad, porque los enamorados no hacen paseos visuales por la luna besando el silencio de la noche, las flores no llegan para hacer sonreír, no se sueña despierto y los poemas no pueden desmayarse en el corazón de la mujer amada. Es decir, el amor poco escampa en el alma.

Las canciones del maestro Adolfo Pacheco Anillo, quien murió el 28 de enero de 2023, siguen viajando en el tiempo sin detenerse y más en el primer mes del año cuando las reminiscencias se asoman por los montes de María. “Ado”, así le decía Mercedes, vives en los corazones de los amantes del folclor.

Nueve acordeoneros recibirán reconocimiento como Reyes Vitalicios del Festival de la Leyenda Vallenata

Entre las determinaciones tomadas por la Junta Directiva de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata a través de su Junta Directiva, fue declarar a nueve reconocidos acordeoneros como Reyes Vitalicios por su talento, creatividad, aportes al concurso de acordeoneros en sus diferentes categorías y entrega total a la música vallenata, a la que a través de su larga carrera le han dado trascendencia y una proyección adecuada.

Al respecto el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata Rodolfo Molina Araújo, anotó. “Hace 25 años se hicieron los primeros reconocimientos a acordeoneros como Reyes Vitalicios por su inmenso aporte a la música vallenata. La Junta Directiva sin dudarlo decidió continuar haciéndolo. En total serán nueve acordeoneros los exaltados con esta distinción más que merecida por la extraordinaria tarea musical que seguimos aplaudiendo”.

Los acordeoneros a quienes en Ceremonia Especial se les otorgará el título de Reyes Vitalicios son: Ovidio Granados Melo, Emilio Oviedo Corrales, Andrés ‘El Turco Gil Torres, Emiliano Zuleta Díaz, Israel Romero Ospino, y los fallecidos Florentino Montero, Lizandro Meza Márquez, Juan Humberto Rois Zúñiga y Miguel Ahumada Maya.

Cada uno de los mencionados puso su grano de arena para llevar lo más lejos a la música vallenata, la cual desde el año 1968 hasta nuestros días ha tenido al Festival de la Leyenda Vallenata como la mejor vitrina musical de Colombia ante el mundo.

De igual manera, a través de este reconocimiento la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata se une al homenaje que se rendirá en la versión 47 del Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata de San Juan del Cesar, La Guajira, a su hijo y recordado acordeonero Juan Humberto Rois Zúñiga.

Primeros Reyes Vitalicios

En el Festival de la Leyenda Vallenata del año 1999 se hicieron los primeros reconocimientos de Reyes Vitalicios a cinco juglares que de pueblo en pueblo sembraron el amor al folclor vallenato a través de las notas del acordeón y sus cantos. Ellos fueron los juglares Francisco ‘Pacho’ Rada, Lorenzo Morales, Abel Antonio Villa, Andrés Landero y Antonio ‘Toño’ Salas.

Precisamente hace 25 años, Telecaribe trasmitió por primera vez el Festival de la Leyenda Vallenata, dando a conocer este acontecimiento folclórico-musical que desde Valledupar regala notas de acordeón, cantos y versos.

Ese año se coronó como Rey Vallenato Hugo Carlos Granados Córdoba, quien estuvo acompañado en la caja por José Jaime ‘JJ’ Murgas Ávila y en la guacharaca Odacyr ‘El Ñeko’ Montenegro.

De esta manera, la noche del sábado primero de mayo de 1999 en la tarima Francisco El Hombre de la plaza Alfonso López, ellos interpretaron el paseo, ‘Las mujeres’ (Isaac Carrillo); el merengue, ‘De hinojos’ (Isaac Carrillo); el son, ‘Amor Irresistible’ (Luis Enrique Martínez) y la puya, ‘La puya’ (Hugo Carlos Granados e Ivo Díaz). El jurado estuvo integrado por los juglares Francisco ‘Pacho’ Rada,  Antonio ‘Toño’ Salas y Lorenzo Morales; el Coronel Ciro Hernando Chitiva y el folclorista Roberto ‘El Turco’ Pavajeau Molina.

Fijada fecha para el 58° Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje al Rey Vallenato Omar Geles

La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en reunión de Junta Directiva del pasado 27 de septiembre fijó entre otras determinaciones la fecha para el 58° Festival de la Leyenda Vallenata que tendrá lugar en Valledupar del 30 de abril al 3 de mayo de 2025, en homenaje al Rey Vallenato Omar Antonio Geles Suárez, quien se destacó en el ámbito nacional e internacional a través de su acordeón y sus composiciones.

El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata Rodolfo Molina Araújo, al respecto comunicó. “De común acuerdo con su familia decidimos rendirle homenaje en el próximo año al Rey Vallenato Omar Geles, quien dejó un grandioso legado musical. Además, tenemos algunos avances y damos a conocer con antelación la fecha de realización del 58° Festival de la Leyenda Vallenata. Nos estamos preparando para este acontecimiento y cursamos la invitación a concursantes y visitantes a hacerse presentes a esta cita anual con nuestra querida música vallenata”.

En este certamen festivalero tendrán cabida los concursos de Acordeón Profesional, Acordeonera Mayor, Canción Vallenata Inédita, Piqueria Mayor, Acordeón Aficionado, Acordeón Juvenil, Acordeón Infantil, Acordeonera Menor, Piqueria Infantil y Piloneras Mayores, Juvenil e Infantil. De igual manera, el concurso de Pintura Infantil.

De esta manera arranca el proceso folclórico, cultural y musical denominado Festival de la Leyenda Vallenata, que nació en el año 1968 donde las alegrías se cantan, el sentimiento no se olvida y la paz suena en un acordeón.

Historia de Omar Geles

Desde el año 1981 Omar Antonio Geles Suárez, estuvo presente en el Festival de la Leyenda Vallenata cuando concursó en Acordeón Infantil. En esa ocasión ocupó el segundo puesto, siendo el ganador Miguel Avendaño. En 1985 se coronó Rey Aficionado y dos años después Rey de Reyes de esa misma categoría.

En el año 1989 se coronó como Rey Vallenato Profesional presentado las siguientes canciones. Paseo, ‘Qué dolor’ (Luis Enrique Martínez); Merengue, ‘Yo tengo una pena’ (Lorenzo Morales); Son, ‘El regreso’ (Romualdo Brito) y la Puya, ‘La fiesta de los pájaros’ (Sergio Moya Molina).

En esta gesta festivalera a Omar Geles lo acompañaron el cajero Luis Carlos ‘Azabache’ Varela, y el guacharaquero Reinaldo ‘El Papi’ Díaz. Después, estuvo concursando en tres Rey de Reyes: 1997, 2007 y 2017. En el 2022, no se inscribió.

La grandeza de Omar Geles también se extendió en el campo de la composición, donde supo darle oficio a su sentimiento dejando canciones que hoy hacen parte del amplio pentagrama de la música vallenata.

Hace 48 años Diomedes Díaz hizo su estreno musical con ‘Herencia Vallenata’

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

El viernes 24 de septiembre del año 1976, hace 48 años, comenzó la historia musical de Diomedes Díaz Maestre, ‘El Cacique de La Junta’, saludado así por el cantante Rafael Orozco. Ese día salió el disco ‘Herencia musical’ para el sello Codiscos que grabó al lado del acordeonero Náfer Santiago Durán Díaz, quien el 30 de abril de ese año se había coronado como Rey Vallenato.

En total aparecieron 10 canciones cuyos autores son Diomedes Díaz, Náfer Durán, Sergio Moya Molina, Hernando Marín, Sergio Carrillo, Jaime Daza Hinojosa, Bolívar Urrutia y Miromel Mendoza.

Como novedad a Náfer Durán le incluyeron las canciones: ‘Teresita’, ‘La invitación’ y ‘Pobre negro’, logrando que por primera y única vez sucediera ese hecho en una producción musical de Diomedes Díaz, y más siendo su acordeonero.

Náfer, ahora a sus 91 años y añorando ese acontecimiento, indicó. “Ese año me había coronado como Rey Vallenato y gracias a la recomendación del acordeonero Emilio Oviedo, logré grabar con Diomedes Díaz. Lo mejor fue que incluyeron tres de mis canciones y eso me alegró más”.

De inmediato al hombre noble, dicharachero y amiguero lo sacudió la nostalgia. “Me siento orgulloso de ser el acordeonero que sacó a la luz pública a Diomedes Díaz. Al abrirle ese camino él se fue proyectando hasta llegar a ser un superdotado de la música vallenata. Era un fuera de serie y sus canciones siguen sonando sin descanso. Siempre que nos encontrábamos recordábamos ese hecho y le decía que lo admiraba mucho. Era de mi corazón”.

Versos de agradecimiento

Cuando en distintos escenarios Diomedes Díaz se encontraba con Náfer Durán, los recuerdos eran gratos entre diálogos, abrazos y notas de acordeón. En una de esas ocasiones, exactamente en Barranquilla, Náfer tocó y Diomedes le regaló versos de agradecimiento.

Cuando veo a Naferito, me dan ganas de llorar, porque eso me hace acordar, cuando estaba muchachito”. “Yo me voy a referir, canto lo que puede ser, me llevó pa’ Medellín, pá que grabara con él”. “Yo no sé lo que me pasa, siendo yo tan buen muchacho. Es que le agradezco a Náfer, por eso lo quiero tanto”.

Precisamente Diomedes Díaz en la canción ‘Mi vida musical’, grabada en el año 1991 al lado de Juancho Rois, hizo un amplio recorrido en cinco minutos y 27 segundos de esa historia que lo catapultó a la gloria y le regaló esa linda fanaticada que nunca lo olvida.

Después me vine pa’l valle en un Festival y canté una parranda y se oyó decir, que ese muchacho que canta puede servir, por el estilo que tiene para cantar, y enseguida me llevaron pa’ Medellín, y grabe mi primer Long Play con Náfer Durán”.

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El testimonio

El acordeonero Emilio Oviedo Corrales, había conocido a Diomedes Díaz como compositor e incluso le grabó con Rafael Orozco, la canción ‘Cariñito de mi vida’. Cuando lo escuchó cantar le notó mucho talento, percibiendo que era una joya digna de pulir.

La historia la contó el maestro Emilio Oviedo de la siguiente manera. “Ya le conocía su talento, humidad y carisma a Diomedes Díaz. De esa manera cuando me llamaron de la casa disquera Codiscos, para que le buscara un cantante a Náfer Durán, quien se acababa de coronar como Rey Vallenato, no dudé en recomendarlo. Así fue como Diomedes Díaz pudo grabar, darse a conocer y sobresalir de manera extraordinaria”.

En la mencionada producción musical apareció la canción ‘El chanchullito’ de la autoría de Diomedes Díaz, que se convirtió en éxito en su propia voz. En ese canto le llamó la atención a una mujer morena para que tuviera calma y no dañara el sentimiento que unía a dos corazones.  “Te mortifica mi ausencia, no sé por qué morenita. Me quieres tener cerquita en la luz de tu presencia. Debes de tener en cuenta que a los dos nos perjudica”.

…Y pensar que todas esas ilusiones se armaron en La Junta, La Guajira, rezándole a la Virgen del Carmen para que se cumplieran sus deseos entre placer y penas. ‘El Cacique de La Junta’ recordaba aquel inicio con el conjunto ‘Los JJ’, el cual integraban su tío Martín Maestre, en el acordeón; Ricaurte José ‘Kate’ Martínez, en la caja y José Eduardo ‘Piyayo’ Mendoza, en la guacharaca.

En el recorrido por la gesta musical de Diomedes Díaz, aparece aquel primer cajero ‘Kate’ Martínez, para aseverar. “Tiempos aquellos acá en La Junta donde nunca se pensó que el muchacho tímido, jocoso, pero con carisma, iba a llegar demasiado lejos como cantante. Que orgullo haberlo visto crecer en la música”.

Es así como en la trayectoria musical de Diomedes Díaz, desde 1976 a 2013, Diomedes Díaz grabó un total de 34 producciones musicales al lado de los acordeoneros Náfer Durán, Elberto ‘Él Debe’ López, Juancho Rois, Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza, Gonzalo ‘El Cocha’ Molina, Iván Zuleta, Franco Arguelles, Juancho de la Espriella y Álvaro López. También recibió un Premio Grammy Latino Vallenato-Cumbia, Discos de Oro y Platino, y Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla, entre otros galardones.

La vida del artista

El 19 de diciembre de 2013 se lanzó la producción musical de Diomedes Díaz y Álvaro López, titulada ‘La vida del artista’, y la alegría se sentía por todas partes por este acontecimiento de fin de año, pero tres días después la tristeza arropó al mundo vallenato.

Partió de la vida el artista que recalcó. “Como Diomedes no hay otro, eso nunca nacería, y si nace no se cría, y si se cría se vuelve loco”.

Sus canciones se siguen escuchando y sobresale una llamativa frase. “El hombre no vale por el terreno que pisa, sino por el horizonte que descubren sus ojos”. Ay Diomedes, dejaste una gran herencia vallenata.

Lorenzo Morales, el juglar que dejaba su huella antes de poner el pie

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Hace 13 años, 26 de agosto de 2011, murió el juglar nacido en Guacoche, jurisdicción de Valledupar, teniendo la impronta de ser el único que dejaba su huella antes de poner el pie. De esta manera, cuando a Lorenzo Miguel Morales Herrera lo sacudía la inspiración, tomaba su acordeón y cantaba. Luego, que la tenía regada en su memoria, cogía una hoja de papel y escribía poco a poco.

“Estudié poco y no fuí un dechado en el castellano. En mi tierra mi profesor fue Enrique Bracho, pero al poco tiempo se casó, dejándome iniciado en la enseñanza. Se fue, y de ahí en adelante medio miraba el diccionario, por eso nunca me equivoqué con el significado de las palabras”, fue su clara explicación.

Donde si estuvo con el oído parado y los dedos rápidos fue al su hermano Agustín Gutiérrez Morales, darle clases en el acordeón. Enseguida notó que tenía vocación y se fue solito hasta escribir su propia historia. Relataba que pasaba horas y horas tocando, hasta que pudo sacarle buenas notas con las canciones de esa época.

Sobre la influencia del acordeón que era la mejor táctica para enamorar, anotó. “Eso me ayudó para la conquista de encantadoras mujeres a las que les regalé canciones. La primera se la dediqué a mi primera novia, mujer hermosa Se llamaba Paulina Calvo con quien tuve mi primer hijo de nombre Miguel Morales Calvo”.

Desde ese instante, las canciones con nombre de mujer se convirtieron en su carta de presentación porque eran bellos piropos cantados. Alguna vez el juglar se puso a sacar la cuenta, y su mente no encontró el número exacto. “Con ellas salí bien librado porque a las mujeres las idolatré y donde ponía el ojo, casi nunca fallaba”.

A Moralito nunca se le olvidaron sus hazañas. Recordaba con precisión algunos recorridos que hacía en burro por pueblos y caseríos llevando su mensaje musical, teniendo como cómplice a su acordeón.  Al preguntarle sobre alguna mujer que lo rechazó, indicó. “Una mujer de Patillal me tenía loco haciendo yo lo habido y por haber para conquistarla, pero nada de nada, quedando solamente una canción. Ella me trataba de mujeriego y se puso tan brava que me tocó coger el camino y no volver”.

Entonces recordó la canción ‘El tormento’. “Tengo una morenita que me tiene atormentado, pero yo por sus caricias quisiera vivir a su lado. He visto llorar a los hombres y matarse por un amor, en vez de buscar remedio que es el camino mejor”.

El juglar más viejo del vallenato, al que se le fugó la vida a los 97 años y dos meses, era un auténtico campesino que cultivaba cantos en su largo recorrido por el Magdalena Grande, hasta por el paso de los años atesorar añoranzas las que narraba con precisión.

También solía expresar su pensamiento con una autenticidad inigualable, y nunca se le quedó callado a Emiliano Zuleta Baquero, antes y después que él hiciera la composición de ‘La gota fría’, considerado el vallenato más escuchado en el mundo, teniendo 269 versiones.

Conceptos de Moralito

En las distintas entrevistas entregó sus conceptos que le dieron la mayor importancia a ‘El gigante de Guacoche’, un hombre que no solamente dejó la huella, sino distintos cantos que son el testimonio de su fortaleza musical.

1.- “Tuve mis tiempos de apogeo. Nunca perdí la rutina y eso fue vital.. Un acordeonero, cantante y compositor era rey en esa época, y la mayoría de mis canciones las hacía para agradar a las mujeres y lo que sucedía en mi entorno”.

2.- “El amor es como el combustible que se mete en el pecho y quema hasta el alma. Es una fuerza que no tiene contención hasta que logra llegar al cauce del corazón. Nadie muere por amor, y solamente sucede en las canciones y en las novelas”.

3.- “Las mujeres son la esencia de la tierra y el alimento para el amor. El mundo sin mujeres hubiera sido un desastre. Claro, que todo tiene su tiempo, porque al día se le acaban las horas, los minutos y los segundos, a los ríos les pasa la creciente y los momentos de ayer quedan dibujados en el álbum del recuerdo”.

4.- “Nunca olvido esos viejos tiempos. Había abundancia de alimentos, pero ya la cuchara está alta y no hay toldo para tanta gente. Todo ha cambiado de tal manera que el respeto y la prudencia pasaron a segundo plano, y la violencia toca en todas las puertas”.

5.- “La creación del Festival de la Leyenda Vallenata, con la amiga que nunca olvidamos Consuelo Araújo, el doctor Alfonso López y el maestro Rafael Escalona, fue vital para que todos fuéramos conocidos y alcanzáramos los honores que hemos recibido. De esta manera, los cantantes, compositores, acordeoneros, cajeros, guacharaqueros, guitarristas y demás músicos, han sido la base fundamental para llegar a conseguir muchos premios, y que en nuestra época consistían en aplausos, ron, comida, mujeres y poca plata”.

6.- “La canción ‘Carmen Bracho’, fue un episodio bonito porque pude cantarle al ser más bello sobre la tierra, la mujer, pero la verdad es que mi eterno romance siempre fue con la música vallenata. Esos recorridos en burro y las parrandas inolvidables por pueblos conocidos y desconocidos, fue algo que me marcó. Las historias de los pueblos fueron la base de mi inspiración”.

7.- “Mi nombre y mi obra son universales. He sido un abanderado de la música vallenata, y era en el tiempo en que las canciones no valían nada, ahora valen millones y casi no dicen nada. Comprendo que son otros tiempos y hay que aceptarlo”.

8.- “Dejé de tocar el acordeón el 30 de octubre de 2005, día en que murió mi compadre Emiliano Zuleta Baquero, a quien le hice esa promesa. Nosotros hicimos historia y también nos echamos vainas en las canciones”.

Así era el juglar Lorenzo Miguel Morales Herrera, quien muy bien lo dijo en su canto ‘El errante’. “Tengo que vivir errante en la vida, por tu amor que me ha causado demencia, por eso es que el corazón me titila, yo sé que la criminal es la ausencia”…